Acerca de ir a workshops y salir del rancho

La semana pasada te comenté que fui a un evento y a un workshop en CDMX, ambos en un fin de semana.

La dinámica era conferencias con un break entre cada una. La idea de los breaks era tener tiempo para charlar con el resto de personas y poder conectar.

El evento estuvo bastante entretenido pero, si te soy honesto, lo que más disfruté fue poder conectar con personas súper pros. Te presumo algunos de ellos:

- Un escritor súper talentoso, autor del libro "Cómo crece el dinero". Después de un largo día de workshop, en una charla súper informal comiendo tacos al pastor, me explicó el proceso de publicación de un libro, cómo son los tratos con las editoriales, cómo es trabajar siendo ghostwriter, sus implicaciones y forma de trabajar con esta modalidad.

- Una científica e investigadora de clase mundial especializada en biomedicina, con doctorado y post-doctorado, que está buscando la forma de convertir toda la investigación que ha hecho en productos y servicios que ayuden a las personas. Mi ego de ingeniero me hace decirte que "sí le entiendo algunas cosas de las que hace", la realidad es que no sé ni madres de biomedicina, pero eso solo lo sabemos tú y yo.

- El coordinador de calidad del Disneyland mexicano, experto en implementación de protocolos y procesos de calidad, encargado de que el personal sepa cómo proceder en cada situación con el cliente. Apasionado de la aeronáutica a tal punto de proclamarla como su segundo amor. Una persona con una calidad humana increíble y que contagia con su buena vibra.

- Un tester y programador de VB que hace un montón de cosas, siempre está viajando por todo México asistiendo a eventos y dando charlas. Una persona genial que admiro bastante por el crecimiento exponencial que ha tenido en los últimos meses.

Y así podría seguir hasta mencionando a cada persona con la que conecté. Lo que quiero compartirte es que pude haberme quedado en mi casa descansando el fin de semana, pero tomé la decisión de tomar un vuelo, pagar hotel y pasar un fin de semana súper productivo en CDMX. Son de esas decisiones que probablemente no tengan sentido en este momento, pero lo tendrán en 5 o 10 años.

Cero drama, cero miedo.

Nos vemos en el camino.

— R